En la mayoría de las acciones de tu vida, uno de los
principales aspectos es el automatismo. Al conducir, al hacer deporte, al
caminar… ¿Te imaginas que tuvieras que calcular cómo colocar los pies al andar,
o si vas a caber o no en el espacio que te dejan libre en la acera, o…?
Eso mismo ocurre en fotografía. Sales a hacer fotos y, normalmente, no haces muchos cálculos. Ves algo que te interesa, te echas la cámara a la cara… ¡y disparas! Por eso, muchas fotos te pueden salir con una calidad francamente mejorable. Para evitarlo, ten en cuenta, entre otras cosas, lo siguiente:
¿La foto te ha quedado muy oscura y falta de detalles? Pasa
mucho cuando se trabaja en automático y en la escena hay un punto de luz
bastante destacado. Como el sistema realiza un promedio de las luces a tomar y,
lógicamente, entra ese “foco”, los tonos bajos e incluso los medios saldrán
subexpuestos ¿Solución? Decide qué parte de la escena es la que más te
interesa. Centra allí el objetivo y enfoca con el disparador a la mitad. Luego,
gira la cámara hasta captar la escena completa… y ya puedes completar el
disparo.
En modo manual hay otras soluciones, por supuesto. Por
ejemplo el multidisparo, utilizando en el proceso diversos ajustes en apertura
de diafragma, velocidad de obturación e ISO. Luego, elige la que más te guste.
SOBREEXPUESTA
Aquí nos encontramos justo ante el caso contrario y por
razones similares. Para su solución, puedes aplicar los mismos razonamientos
que acabamos de explicar.
Archivo propio |
Hay circunstancias que actúan en contra de la calidad. Por
ejemplo, las prisas, las inadecuadas condiciones de luz… Incluso disparando en
automático la cámara puede jugarte una mala pasada. Porque ella no sabe si lo
que quieres enfocar es el primer plano o el fondo. Eso tendrás que decidirlo
tú. Y actuar en consecuencia.
Es otra consecuencia de la falta de cuidado. Si no te
centras en la foto puede ser que, al realizar el disparo, produzcas un ligero
movimiento en la cámara, que dará como resultado el que la foto salga movida.
Esto se produce mucho más frecuentemente cuando la luz es escasa y se reduce la
velocidad de obturación. ¿Solución? Ya sabes, tranquilidad, aferrar bien la
cámara y, si es necesario, sírvete de un trípode.
Archivo de zocalo |
No hace falta explicarte nada. Tienes bien comprobado que,
al disparar tu foto nocturna con flash, las personas suelen salir con los ojos
rojos. Se debe a que la pupila está muy dilatada y contiene una alta densidad
de capilares por lo que refleja la luz. ¿Qué hacer?: pedir a los retratados que
miren inmediatamente antes a un punto fuerte de luz para que se contraigan sus
pupilas, disparar de un modo no perpendicular a los ojos (buscar ángulo),
utilizar el modo reducción de ojos rojos del flash (si lo tiene tu cámara)… Y
si al fin salen, aún puedes servirte del programa de retoque fotográfico y
eliminarlos.
Evening (Pixabay) |
Si la persona que vas a fotografiar tiene la fuente de luz
detrás, te saldrá todo muy bien iluminado pero no lo que consideras principal,
del que sólo tendrás su silueta con muy poco detalle, incluso nada, de su
interior. Si te ves obligado a disparar de ese modo, utiliza el flash de
relleno para equilibrar la iluminación del conjunto.
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